NINFOLEPSIA
Cuando partiste
aprendí a amar las arañas
que se escabullían entre tus poemas
y mordían mis pálidos intentos
de acercarme a ti
Cuando partiste
dejé escapar las polillas
que devoraban tu cándida foto
y anidaban insolentes
en el cadáver de aquel desdichado cisne
Cuando partiste
las larvas florecieron en mis ojos
y derramaron su otoñal perfume
sobre tu cascada ámbar
Cuando partiste
las hadas de tu sonrisa dejaron de brillar
y sus siniestros gemidos
mas allá de los eones me habrán de arrullar